lunes, 14 de marzo de 2016

Despues del final - La vuelta a casa

FELIZ CUMPLEAÑOS LADY!! un poquito atrasado pero... espero que te guste igual! :-)

Esta historia es continuación y capítulo final de la serie "DESPUES DEL FINAL" de White Collar pueden (y quizás deban...) leer los dos primeros capítulos aquí:

Después del Final
Los 23 millones

Ahora sì... al capi final... Espero sus comentarios!:-D gracias!

LA VUELTA A CASA

Neal se acomodó de costado en el asiento reclinado del avión y observó a su padre dormido.
Estaban en el viaje de regreso

Durante la semana, Peter le puso los puntos sobre las íes – y la mano sobre la cola – estableciendo las reglas del regreso.
Debía devolver lo que quedaba del dinero.
Debía entregarse.
Debía aceptar de nuevo la tobillera. Y aquí Peter tuvo que luchar con él y con el FBI.  No llevaría al muchacho de vuelta a casa si no le prometían que no habría prisión. El sería nuevamente su cuidador.
Y debían firmar los papeles de la adopción. Y aquí no hubo mucha discusión por hacer.

Volvió a fijar la vista en los rasgos fuertes de Peter, ahora relajados por el sueño. Bajó la mirada hasta sus manos que estaban cruzadas en el regazo.
Manos fuertes y de gran tamaño, como tuvo oportunidad de comprobar. Su colita picó ante ese pensamiento y volvió a reforzar su posición de costado… fruto de la ultima paliza que su papá le había dado.
Cerró los ojos y se preparó para dormir en las primeras horas de ese viaje.

Doce horas después, se encontraban en el hall del  aeropuerto internacional John F. Kennedy, reencontrándose con viejos amigos… y agentes federales.
"Neal!!" Diana no pudo evitar apretarlo en un abrazo mientras contenía las lágrimas, emocionada por ver vivo al niño molesto que trabajaba con ellos.
Clinton también lo palmeó en la espalda para expresar su contento de una forma más varonil.
Ambos luego se separaron y saludaron a su jefe.
Peter respondió el saludo mirando por sobre el hombro de Diana, más atrás estaban los Marshalls con la tobillera de Neal.
Clinton adivinó lo que estaba pensando su jefe y se acercó a los Marshalls para obtener la tobillera.  El sería el encargado de colocarla.
"Y Elìzabeth? Y June?" preguntó Neal con una sonrisa, totalmente ajeno al movimiento policial a su alrededor.
"Están esperándote en casa, con el pequeño Neal" respondió Diana.
Neal estaba a punto de contestar cuando vio a Jones acercarse con una cosa negra en la mano. Su rostro completo cambió, un ceño  se apoderó de su rostro y miró a su padre con fiereza.
"Ya lo hablamos Neal, sólo deja que Jones la coloque" respondió Peter haciendo caso omiso del principio de berrinche del muchacho.
Neal entonces dirigió su enojo a la persona equivocada… "no pudiste esperar para traer esa cosa, no? acaso disfrutas de esto?"
Jones lo miró herido y estuvo a punto de contestar cuando Peter tomó bruscamente del brazo a Neal y lo apartó un poco para susurrar en su oido "deja esta actitud muchachito,  a menos que quieras que te avergüence delante de todos. Dejarás que te coloque la tobillera sin chistar" con un empujoncito suave lo volvió a colocar delante de Jones y se sintió satisfecho cuando escuchó un "lo siento" dirigido a su agente.
Peter tomó la tobillera y se inclinó para ajustarla alrededor del tobillo de Neal.
"Hecho" dijo incorporándose cuando escuchó el bip que indicaba el cierre.  Los Marshalls se habían acercado para entregar la llave y unos papeles que Peter tenía que firmar.
Cumplidos los procedimientos, todos se dirigieron a la salida del aeropuerto.

****

En casa, Diana se apresuró a tomar al pequeño Neal de los brazos de una llorosa Elìzabeth, mientras ella se abalanzaba sobre Neal  y lo envolvía en sus brazos y sollozaba su nombre una y otra vez. Su muchacho estaba vivo. Su amigo, su cómplice… su hijo…
Pasaron unos minutos antes que ella lo soltara y se calmara, mientras Neal secaba sus lágrimas tambien.  No se había dado cuenta de lo mucho que la había extrañado… y a casa…

Pasaron todos a la sala y disfrutaron de una cena que había preparado El, festejando el regreso del hijo pródigo, festejando que estaba con vida… y que ahora empezaría una nueva como Neal George Caffrey Burke.
Pero pronto el viaje largo pasó factura en los viajeros y los invitados comenzaron a despedirse, dejando a la pareja sola con dos pequeños gruñones… el pequeño Neal fregándose los ojos con sueño y el mayor Neal protestando a medias por su tobillera nuevamente.

Peter puso orden enseguida, permitiendo a El que llevara al pequeño a dormir a la habitación matrimonial donde habían instalado un moises para poder dejar el otro cuarto libre para Neal - y diciéndole al muchacho que dejara de juguetear con la tobillera y lo ayudara a terminar de ordenar los restos de la fiesta.
Haciendo puchero y protestando que estaba cansado, Neal obedeció a su papá adoptivo luego de unos brazos en jarra y una mirada de advertencia.
Al fin terminaron y subieron para cambiarse.  Neal ocupó el baño llevando el pequeño bolso de mano que había traído con él en donde tenía su pijama. El resto de las maletas las recibirían al día siguiente.
Se encontró con sus padres sonrientes al salir del baño y siguió ansioso el ademán de El para introducirlo en la habitación que le tenían reservada.

“Neal, mientras logremos acomodarnos, el pequeño dormirá con nosotros y tu dormirás en su cuna-cama” dijo ella mientras abría la cama que tenía sábanas limpias y acogedoras.
“pe-pe-pero es una habitación de niño” dijo el muchacho cuando pudo recuperar su voz despues de mirar a su alrededor con asombro. La lámpara con diseño que proyectaba sombra de calesita, el color celeste pastel de las paredes y el techo con nubecitas dibujadas…“no tendría que dormir aquí si aún tuviera dinero!”
“Neal…” la voz llena de advertencia de Peter fue interrumpida por el tono dulce de Elízabeth.
“Lo se, cariño, pero solo será  hasta que nos acomodemos…”
“Oh… y porqué no me traen un pijama de ositos y una mamadera también!” gruñó.
Con eso Peter se acercó rápidamente y le dio dos palmadas fuertes en la cola, que picaron como el infierno a traves del pijama de seda azul.
Ooowww… sus ojos se llenaron de lágrimas.
Elìzabeth dirigió una mirada de reproche a su marido. "Ven cariño, anda, estás cansado, acuéstate y duerme" dijo mientras tomaba de un brazo a Neal y suavemente lo llevaba hacia la cama a la que le habían sacado los barrotes que la transformaban en cuna.
Neal obedeció la orden suave y se acostó quedando de costado, unas lagrimitas escurrían hacia la almohada.
El acomodó las mantas y se inclinó para darle un beso en la frente "Buenas noches, cariño, estoy tan feliz de que estés aquí"
Neal respondió con una sonrisa el beso de su  madre… se sentía bien realmente… "gracias" y luego dirigió una mirada agradecida a Peter que se había despedido de el con una caricia a su pelo.

***

Peter volvió a leer… y releer… y leer de nuevo el pedazo de papel que tenía en las manos.
No. No podía ser.  Neal no pudo haberle mentido tanto.
Pero… si lo pensaba… se daba cuenta que las actitudes y el comportamiento del muchacho confirmaban lo que decía esa hoja…
25 años?... 5 años trabajando con él… empezó a los 20?... y 4 años de carcel antes de eso…lo encarcelamos a los 16??? el cerebro de Peter iba a explotar.
Decidió ir inmediatamente a su casa a confrontar con su malhechor.

Al entrar a casa,  la escena en el medio de la sala lo enterneció… El pequeño Neal sentado en su plaza de goma, jugando con unos bloques grandes que Neal-quien estaba recostado con medio cuerpo en el piso y medio en la plaza- le iba pasando. Una sonrisa de ternura se le instaló a Peter en la cara y esa fue la que vio Elizabeth al salir de la cocina.
"Hey Hon" dijo ella devolviendo la sonrisa. Peter se descongeló y luego de darle un beso en los labios fue a saludar a sus hijos.
Poniéndose de cuclillas dio una caricia a la mejilla del bebé y revolvió el pelo del muchacho. Al levantarse, tomó en brazos al pequeño y le dio un beso antes de pasárselo a Elizabeth "llevalo arriba un rato Hon, tengo que hablar con Neal" Elizabeth se puso seria y le dirigió una mirada interrogante a la que Peter sólo respondió con un guiño y media sonrisa.

Neal también le dirigió la misma mirada interrogante mientras se incorporaba de su lugar y quedaba parado frente a Peter.

"Te haré una pregunta Neal…" dijo poniendo sus brazos en jarra "Qué edad tienes?"
Neal abrió y cerró la boca unas veces antes de contestar y Peter pudo sentir los ruidos que hacían sus neuronas al tratar de pensar en una respuesta.
"Qu-qu-qué clase de pregunta es esa Peter?" el muchacho intentó ganar algo de tiempo para pensar "tu lo sabes bien"
"Yo lo se?... estás seguro?" la mirada de Peter se volvió peligrosa, mientras entrecerraba los ojos.
"A qué viene esa pregunta? ni que fuera tan importante…"
"Neal… no voy a volver a preguntártelo… qué edad tienes?"
"tr-treinta y cinco… como tú sabes"
Peter suspiró, llevó sus manos a la hebilla del cinturón. "Así que 35? y por qué encontré papeles que dicen que naciste en 1991?"
Neal abrió grandes los ojos, tanto por ver dónde fueron las manos de su papá como por verse descubierto en su mentira… mentira… a Peter no le gusta que le mienta…
Pero a pesar de ese pensamiento, su lengua no pudo evitar decir otra mentira "Debe… debe ser alguna falsificación…."
Y con esto Peter perdió la poca paciencia que le quedaba. Comenzó a desprenderse el cinto y sacarlo de las presillas de su pantalón.
"asì que 35 eh? entonces voy a darte un cintazo  por cada año que dices que tienes!" dijo levantando la voz. Lo tomó de un brazo antes que Neal tuviera tiempo de escaparse y aplicó el cinto a sus nalgas mientras el muchacho trataba de soltarse.
No! Peterrr!!
CHASS!! UNO  AAAUUUU!! empezaron a dar vueltas en círculos al tiempo que Neal trataba de escapar y Peter continuaba sosteniéndolo  del brazo y aplicando el cinto a su trasero
CHASS! DOS AAYYYY!!! PEEETEEERRRRR!! 
CHASS!! TRES OOOWWW!!! VEINTICINCOOOO!!
CHASSS!! CUATRO AAAUUU!! TENGO VEINTICINCOOOOOOWWWW!!
CHASSS!! CINCO OOOWWWOWWWW!!! VEINTICINCOOOOOOWWWW!!

Peter se detuvo y giró al muchacho para enfrentarlo. Neal inmediatamente se llevó las manos a las nalgas para frotarse la picadura que había quedado.
"No puedo creer que me hayas mentido así Neal! tantos años!" le decía mientras lo sacudía "sabes lo que significa? Sabes que tenemos que rehacer todos los papeles que te involucran?" Peter escondió detrás de esos temas administrativos el pánico que le provocaba que por esa mentira hubiera alguna dificultad en la adopción.
"Solo… solo quería librarme de los servicios sociales Peter" empezó a explicar Neal "me hubieran mandado de un hogar adoptivo a otro luego de que me separé de Ellen…"
"Te pusimos en prisión a los 16,  Neal… por qué no dijiste algo?"
El muchacho se encogió de hombros "me gustaba ser tratado como adulto… además… sólo era una prisión para delitos de fraude… no había matado ni robado a nadie…"
"tendremos que revisar cada uno de tus papeles" dijo Peter con pesadumbre. Y recién en ese momento Neal cayó en la cuenta de que todo esto podría afectar el inicio de su nueva vida.
Se tiró a los brazos de Peter de repente y ambos quedaron abrazados "Esto… esto … puede afectar… algo?"
"No lo se, cariño… pero lo que sea, lo enfrentaremos juntos" Peter dio un apretón más al abrazo y luego lo separó sosteniéndolo por los hombros y clavando su mirada marrón en la azul del muchacho.
"Ahora… qué te dije yo sobre las mentiras?"
Neal volvió a ensanchar sus ojos "que… que no… pero… pero…"
"No hay peros Neal. Me mentiste… y continuaste mintiéndome…" le dijo mientras lo daba vuelta y lo dirigía al sofá con una mano en el medio de su espalda.
En un segundo más, Peter estuvo sentado y con el muchacho cruzado en su regazo "Pero Peteeeer… no lo vuelvo a haceeer…" gimoteó Neal empezando a llorar.
Pero Peter se mantuvo fiel a sus principios "Te dije que no toleraría mentiras Neal, ni una de hace 10 años ni una de ahora" respondió mientras bajaba pantalones y calzoncillos, dejando las nalgas rayadas de rojo al descubierto.
"Nooo… Peteeeerrr…" fue lo único que alcanzó a decir antes que su padre adoptivo comenzara a azotarlo.
PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!! que te quede bien claro muchachito PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!! esto es lo que recibirás cada vez que me mientas PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!! PLASS!!
Neal solamente se dedicó a sollozar, recibiendo pasivamente las duras palmadas. Cuando Peter consideró que fue suficiente - a juzgar por el llanto del muchacho - detuvo las palmadas y lo cambió de postura para acunarlo en sus brazos.
El muchacho continuó llorando un poco más hasta que se durmió.

Elízabeth bajó lentamente las escaleras y sonrió ante la vista que la saludó: Peter con Neal en su regazo y la cola roja de Neal expuesta en toda su gloria. 
Peter devolvió  una pequeña sonrisa mientras seguía meciendo al muchacho dormido.
"Tu también tienes tu manera de hacer dormir a un niño eh?" dijo ella suavemente, aludiendo a que ella también tuvo que hacer dormir a su pequeño, pero a diferencia del mayor, el pequeño Neal fue a dormir con una canción.
"Oiste?"
"Todo"
"qué piensas?"
El se inclinó para acomodar la ropa de Neal y darle un poco de intimidad "que siempre me pareció que era un niño.  Y que me alegro mucho que esté con nosotros. Tenemos tanto que formar Peter, tanto que educar…" su sonrisa se ensanchó y su rostro adquirió una expresión soñadora " quién lo hubiera dicho Hon! que de no tener ningún niño pasaríamos a tener dos!"
Y Peter le sonrió con todo el amor de que era capaz y apretó aún más el bulto dormido en sus brazos.

Y este sí es el final…


Fin